Famoseo

El nuevo periodismo social

Corren nuevos tiempos para el periodismo del corazón, o periodismo de crónica social, como se ha venido llamando en las últimas décadas para intentar que el término dignificase en la medida de sus posibilidades la rama a la que estaba denominando. La evolución de este sector de información ha sido palpable en los últimos años, debido a varias inflexiones tanto en el contenido como en el continente de las noticias.
Y es que las revistas del corazón que antaño gozaron de una extraordinaria salud han tenido que ver cómo las nuevas tecnologías zarandeaban su éxito y abrían nuevas vías. Los portales de Internet aparecen ahora como los nuevos escenarios en los que el cotilleo puede campar a sus anchas; la llegada de la televisión digital terrestre también ha propiciado que, al haber más canales, el espacio para que la prensa rosa se haya incrementado.
Programas como ‘Aquí hay tomate’ marcaron un antes y un después en la percepción que el receptor de la información empezó a tener respecto a la prensa del corazón; fueron días en los que la morbosidad y la frivolidad se dispararon, y, con ellas, la falta de respeto a los famosos y la vulneración de sus intimidades.
Revistas como Hola o Semana habían marcado en las décadas anteriores la tendencia, que venía siendo la de informar de asuntos personales de las celebridades, pero desde una atalaya que aspiraba a no transgredir ciertos límites de la privacidad y de la intimidad. Pero con la llegada del nuevo milenio, el aumento del número de revistas que salían al mercado y la presencia de programas como ‘Tómbola’ propiciaron un nuevo escenario en el que la falta de respeto, el lenguaje vulgar y la estupidez tenían barra libre.
Ahí se abrió una vía que sigue vigente y que genera en muchas ocasiones conflictos entre el periodista y el famoso. Espacios como ‘Vaya tela’ o ‘Corazón’, a pesar de su evidente contribución a informar sobre cosas que carecen de interés para el ciudadano, se esfuerzan al menos en nuestros días por mantener la compostura y la educación.